La tomografía computarizada industrial (CT) representa la cúspide de los ensayos no destructivos y la metrología, ofreciendo una visión sin precedentes de la geometría interna y externa de los componentes. Para los ingenieros y fabricantes que dependen de la precisión, comprender sus capacidades es esencial para el aseguramiento de la calidad y la ingeniería inversa.
Antes de profundizar en valores específicos, es fundamental distinguir entre estas dos métricas básicas.
La resolución espacial se refiere al tamaño mínimo de característica que un sistema de CT puede distinguir claramente. A menudo se compara con el tamaño de píxel de una imagen digital. Los sistemas modernos de CT de microfoco y nanofoco pueden alcanzar una resolución espacial inferior a 1 micra (0,001 mm). Esto es comparable a las tolerancias mantenidas en nuestro servicio de mecanizado de precisión, lo que hace que la CT sea ideal para verificar detalles ultra finos.
La precisión se refiere al grado de proximidad entre una dimensión medida por CT y el valor real de la pieza. Bajo condiciones controladas y con una calibración adecuada, los sistemas de CT de grado metrológico de alta gama pueden lograr precisiones de medición de hasta ±5 micras (±0,005 mm). Esto es suficiente para validar los resultados de los procesos más avanzados de mecanizado multieje.
Alcanzar estos máximos teóricos implica una interacción compleja entre hardware, software y factores ambientales.
El corazón del sistema es el tubo de rayos X. Una fuente de microfoco o nanofoco, con su punto focal extremadamente pequeño, es esencial para lograr alta resolución. El tamaño de píxel y la sensibilidad del detector determinan igualmente el nivel de detalle capturado. Esta tecnología es perfecta para inspeccionar componentes intrincados provenientes del prototipado por mecanizado CNC o de piezas delicadas del sector de dispositivos médicos.
Los rayos X son atenuados por la densidad del material. Los materiales de baja densidad, como los utilizados en mecanizado CNC de plástico o mecanizado CNC de aluminio, son más fáciles de penetrar, lo que permite mayor resolución y precisión. Los materiales de alta densidad, como los implicados en mecanizado CNC de acero inoxidable o mecanizado CNC de superaleaciones, requieren mayor energía, lo que puede reducir ligeramente la resolución potencial.
Los algoritmos avanzados de reconstrucción y el software metrológico sofisticado son fundamentales para convertir las proyecciones de rayos X en un modelo 3D preciso de vóxeles. La calibración regular frente a patrones conocidos es innegociable para mantener la trazabilidad de las mediciones, un requisito clave en las industrias reguladas.
Este nivel de precisión convierte a la CT industrial en una herramienta esencial para resolver desafíos de ingeniería complejos.
Aeronáutica y aviación: la CT se utiliza para inspeccionar canales de refrigeración internos en álabes de turbina, detectar porosidad en fundiciones y realizar análisis completos de ensamblajes sin necesidad de desmontaje, garantizando la integridad de los componentes críticos para el vuelo.
Automoción: en la industria automotriz, la CT verifica la integridad de las unidades electrónicas de control (ECU), inspecciona materiales compuestos ligeros en busca de vacíos y valida el ajuste preciso de los componentes en los paquetes de baterías de vehículos eléctricos.
Industria nuclear: en el sector nuclear, la CT proporciona un medio no destructivo esencial para inspeccionar componentes radiactivos en busca de desgaste interno, grietas y otros problemas de integridad, lo que resulta vital para garantizar la seguridad.
Los datos obtenidos de un escaneo CT no solo sirven para detectar defectos. También pueden utilizarse para la inspección de primeras piezas (FAI) comparando el escaneo 3D directamente con el modelo CAD original. Además, permite verificar la eficacia de procesos internos, como asegurar un electropulido uniforme de piezas de precisión en canales internos complejos o comprobar posibles obstrucciones.
En conclusión, la tomografía computarizada industrial une la metrología tradicional con los ensayos no destructivos. Aunque puede alcanzar niveles de resolución y precisión micrométrica, lograrlo requiere un sistema sofisticado y una operación experta. Su capacidad para proporcionar un gemelo digital completo de una pieza física, tanto por dentro como por fuera, la convierte en una herramienta invaluable para impulsar la calidad y la innovación en la fabricación moderna.