Los componentes expuestos a altas temperaturas —como los de aeronáutica y aviación, generación de energía o petróleo y gas— experimentan ciclos térmicos, oxidación y formación de incrustaciones. Seleccionar el acabado superficial posterior al mecanizado adecuado mejora la estabilidad térmica, la resistencia a la oxidación y la vida útil frente a la fatiga. Antes de aplicar cualquier recubrimiento, las superficies deben prepararse con precisión mediante rectificado CNC o mecanizado de precisión para garantizar una adhesión óptima y precisión dimensional.
Entre todas las opciones, los servicios de recubrimientos térmicos para piezas CNC ofrecen la mejor protección contra la degradación inducida por el calor. Estos recubrimientos, normalmente a base de cerámica u óxidos, actúan como barrera para evitar la transferencia de calor y la oxidación superficial. En álabes de turbina aeroespacial o colectores de escape, los ingenieros suelen especificar recubrimientos de barrera térmica (TBC), que pueden soportar temperaturas superiores a 1000 °C de forma sostenida. Métodos alternativos incluyen la nitruración en aceros o la fosfatación en aceros aleados para aumentar la dureza superficial y reducir la formación de óxidos por calor.
Para aleaciones a base de níquel como Inconel 718 y Hastelloy C-276, los recubrimientos cerámicos a base de alúmina o zirconia mantienen la estabilidad superficial a altas temperaturas. En aleaciones de cobalto como Stellite 6 o Stellite 31, el pulido combinado con TBC reduce la fricción y mejora la resistencia a la oxidación. Las piezas de titanio, como Ti-6Al-4V, pueden tratarse con recubrimientos de teflón o películas cerámicas finas para minimizar el gripado y mantener la suavidad durante los ciclos térmicos. En aceros inoxidables como SUS310 y SUS321, la pasivación a alta temperatura y los recubrimientos resistentes a la oxidación proporcionan mayor durabilidad térmica.
El acabado comienza con una preparación mecánica cuidadosa. Las aleaciones resistentes a altas temperaturas suelen mecanizarse mediante mecanizado por descarga eléctrica (EDM) para geometrías complejas, seguido de mandrinado CNC o rectificado para preparar las superficies antes del recubrimiento. Después del tratamiento, el pulido final o el pulido por tamboreo garantiza un espesor y una suavidad uniformes, esenciales para una distribución térmica constante y un control eficaz del estrés.
En la industria aeroespacial, los discos de turbina y las toberas se benefician de los recubrimientos TBC y resistentes a la oxidación. En generación de energía, las palas de turbina de vapor utilizan superficies nitruradas o recubiertas de cerámica para resistir la formación de incrustaciones. En las aplicaciones de petróleo y gas, los asientos y sellos de válvulas de superaleación emplean recubrimientos Stellite junto con recubrimientos resistentes al calor para soportar gases corrosivos y fricción.
El mejor acabado para piezas mecanizadas por CNC que operan a altas temperaturas depende del material y las condiciones de servicio. En general, los recubrimientos de barrera térmica a base de cerámica ofrecen la mayor protección, mientras que la nitruración, la fosfatación y la pasivación proporcionan un excelente rendimiento en aceros y aleaciones inoxidables. Combinar un mecanizado adecuado, tratamiento térmico y recubrimiento superficial garantiza estabilidad, control de la oxidación y una larga vida útil bajo condiciones extremas.