Usar el mismo material tanto para el prototipado como para la producción final suele ser beneficioso, especialmente cuando el prototipo debe simular el rendimiento real de la pieza final. Sin embargo, la decisión depende de la funcionalidad, el costo, el método de producción y la disponibilidad del material.
Prototipos funcionales: Si el prototipo debe someterse a pruebas mecánicas (por ejemplo, resistencia, comportamiento térmico o desgaste), lo mejor es usar el mismo material de grado de producción, como aluminio 6061, acero inoxidable 304 o titanio Ti-6Al-4V.
Ajuste y ensamblaje de alta precisión: Si la pieza debe encajar con otros componentes, mantener constantes las propiedades del material (densidad, expansión térmica, tolerancias de mecanizado) evita problemas en el producto final.
Requisitos normativos: Industrias como la de dispositivos médicos o la aeroespacial suelen exigir trazabilidad total del ciclo de vida, incluyendo certificación del material desde el prototipo hasta la producción.
Prototipos conceptuales: Para la validación temprana de geometría o apariencia, materiales económicos como el plástico ABS o el latón pueden ser adecuados. Estos materiales se mecanizan más rápido y son menos costosos que el titanio o el Inconel.
Restricciones presupuestarias: Si el material final es costoso o difícil de mecanizar (por ejemplo, Inconel 718), un prototipo inicial puede realizarse en aluminio para validar la geometría antes de pasar a la producción completa.
En Neway, ofrecemos tanto servicios de prototipado CNC como servicios de producción en masa utilizando cadenas de suministro de materiales consistentes. Nuestro equipo de ingeniería asesora a los clientes sobre cuándo es conveniente igualar los materiales y cuándo son aceptables las sustituciones, garantizando precisión, control de costos y validación del rendimiento en cada etapa.
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