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¿Cómo varía la expansión térmica entre piezas CNC de metal y plástico?

Tabla de contenidos
Fundamental Differences in Thermal Behavior
Thermal Expansion in Metals
Thermal Expansion in Plastics
Surface Treatments and Heat Management
Industry Implications

Diferencias fundamentales en el comportamiento térmico

La expansión térmica —la tasa a la que un material cambia de tamaño con la temperatura— es una consideración clave en el mecanizado CNC y el prototipado. Los metales y los plásticos responden de manera muy diferente al calor: los metales se expanden moderada y previsiblemente, mientras que los plásticos pueden expandirse varias veces más debido a sus puntos de fusión más bajos y a sus coeficientes de expansión térmica (CTE) más altos. Comprender estas diferencias permite a los ingenieros diseñar piezas que mantengan su integridad dimensional bajo temperaturas variables.

Expansión térmica en los metales

La mayoría de los metales tienen valores de CTE relativamente bajos, que oscilan entre 10 y 25 µm/m·°C. Este comportamiento predecible permite un control dimensional preciso en aplicaciones de alta exactitud. Por ejemplo:

  • Aluminio 6061-T6: ~23 µm/m·°C — expansión más alta, pero estable y uniforme, ideal para piezas estructurales ligeras.

  • Acero inoxidable SUS304: ~17 µm/m·°C — expansión moderada con excelente estabilidad dimensional bajo calor.

  • Titanio Ti-6Al-4V: ~9 µm/m·°C — baja expansión, ideal para ensamblajes aeroespaciales que requieren alta estabilidad de tolerancia.

  • Inconel 718: ~13 µm/m·°C — baja expansión y alta resistencia al calor, manteniendo precisión incluso por encima de los 600°C.

Estos metales, mecanizados mediante mecanizado multieje o mecanizado por descarga eléctrica (EDM), suelen elegirse cuando los ciclos térmicos o la alineación precisa son críticos, como en aplicaciones de aeronáutica o automoción.

Expansión térmica en los plásticos

Los plásticos presentan coeficientes de expansión mucho más altos —normalmente entre 50 y 250 µm/m·°C—. Sus cambios dimensionales bajo calor pueden superar los de los metales en cinco a diez veces, dependiendo de su composición. Por ejemplo:

  • ABS: ~80–100 µm/m·°C — propenso a la deformación si se expone a altas temperaturas de mecanizado.

  • Nylon (PA): ~90–120 µm/m·°C — absorbe humedad, aumentando aún más la variación dimensional.

  • Acetal (POM): ~110 µm/m·°C — estable en calor moderado, pero se expande más rápido que los metales.

  • PTFE (Teflón): ~125 µm/m·°C — excelente resistencia química, pero con una expansión térmica muy alta.

  • PEEK: ~45–55 µm/m·°C — uno de los plásticos más estables, adecuado para aplicaciones médicas y de aeronáutica bajo temperaturas fluctuantes.

Los ajustes de DFM, que incluyen holguras mayores y un control cuidadoso de las sujeciones, son esenciales al mecanizar plásticos mediante servicios de mecanizado CNC de plásticos para evitar deformaciones inducidas por el calor.

Tratamientos superficiales y gestión térmica

Para mitigar los efectos relacionados con la expansión, a menudo se aplican tratamientos superficiales y procesos de gestión térmica. Los metales pueden someterse a tratamientos térmicos para estabilizar tensiones internas, mientras que los plásticos pueden beneficiarse de recubrimientos UV o térmicos que reducen la absorción de calor. Además, las piezas de precisión suelen incluir tolerancias controladas y márgenes de diseño definidos durante el DFM para garantizar un ajuste constante en todo el rango de temperaturas.

Implicaciones industriales

En sectores de alta precisión, como la aeronáutica, los dispositivos médicos y el equipamiento industrial, comprender la expansión térmica es crucial para mantener la fiabilidad de las piezas. Los metales predominan cuando la estabilidad térmica y las tolerancias estrictas son obligatorias. Los plásticos se prefieren cuando el peso, el costo y la resistencia a la corrosión tienen mayor prioridad que las preocupaciones térmicas, pero deben diseñarse con las holguras adecuadas y una compensación ambiental apropiada.