Los entornos marinos exponen los componentes CNC a una continua exposición al agua salada, alta humedad e interacciones galvánicas. Estos factores aceleran la oxidación y la corrosión por picaduras, haciendo que el mecanizado CNC resistente a la corrosión y los acabados protectores sean esenciales. Materiales como el acero inoxidable 316L, el bronce de aluminio C63000 y el titanio Ti-6Al-4V ya ofrecen resistencia intrínseca, pero los tratamientos superficiales protectores prolongan aún más la vida útil de los componentes.
En las aleaciones de aluminio, el anodizado crea una capa de óxido dura y no conductora que mejora significativamente la resistencia en agua salada. Los anodizados de tipo II y tipo III se utilizan comúnmente en piezas de aluminio 6061-T6 o aluminio 7075 para estructuras y carcasas marinas. En las aleaciones ferrosas, el recubrimiento de óxido negro ofrece una protección moderada; sin embargo, una opción más duradera es el galvanizado, que forma una capa de zinc que impide la formación de óxido. Cuando se combina con el cromado, la resistencia a la corrosión aumenta drásticamente, especialmente en ejes y dispositivos de acero. Para los aceros inoxidables, la pasivación elimina el hierro libre y mejora la película natural de óxido de cromo, proporcionando una capa pasiva estable ideal para aplicaciones submarinas. De manera similar, los recubrimientos PVD o el recubrimiento de teflón pueden ofrecer resistencia química adicional en ambientes salinos agresivos.
La protección superficial eficaz comienza con la selección de materiales adecuados y una preparación minuciosa de la superficie. El mecanizado de precisión y el rectificado CNC garantizan la uniformidad para una buena adhesión de los recubrimientos. Al trabajar con bronce marino o aleaciones de cobre-níquel como el cobre C706 y el bronce al manganeso C86300, puede que no sean necesarios recubrimientos adicionales, ya que estos materiales resisten naturalmente la corrosión del agua de mar.
En los sectores de aeronáutica y aviación, los sujetadores anodizados y pasivados son estándar en ensamblajes ligeros expuestos a la humedad. La industria de generación de energía utiliza componentes galvanizados y recubiertos para turbinas marinas. En los sistemas de petróleo y gas, los recubrimientos de grado marino como el teflón y el PVD evitan la degradación corrosiva en entornos de perforación ricos en sal.
Para los componentes CNC de aluminio y titanio, el anodizado sigue siendo el mejor equilibrio entre resistencia a la corrosión y eficiencia de peso. Los componentes de acero inoxidable alcanzan la máxima protección mediante pasivación o recubrimientos PVD, mientras que las piezas de acero se benefician más del galvanizado o el cromado. La selección del tratamiento adecuado depende del material, el entorno y la duración del servicio, todos ellos factores críticos para aplicaciones marinas confiables.