El Diseño para la Fabricabilidad (DFM) minimiza el tiempo de entrega en el mecanizado CNC al identificar ineficiencias durante la etapa de diseño, reduciendo así el tiempo total de producción. Cuando los ingenieros aplican DFM antes de la fabricación, se aseguran de que la geometría, las tolerancias y los materiales estén alineados con las capacidades de mecanizado disponibles, como el mecanizado CNC, el fresado CNC y el torneado CNC. Al optimizar las características del diseño para la fabricabilidad —como simplificar contornos, reducir cambios de herramienta y estandarizar dimensiones— se reduce significativamente el tiempo de configuración y mecanizado. Este enfoque proactivo evita revisiones de diseño posteriores en producción, que a menudo retrasan los plazos de entrega.
Las prácticas efectivas de DFM eliminan fijaciones redundantes y configuraciones de máquina excesivas. Para piezas que requieren ángulos complejos o socavados, un proceso de mecanizado multieje con una sola configuración puede reemplazar múltiples operaciones estándar. Del mismo modo, una consulta temprana de DFM permite a los programadores optimizar las trayectorias de herramienta para operaciones como el mecanizado por descarga eléctrica (EDM) o el rectificado CNC cuando la alta precisión es crucial. Reducir las revisiones de programación no solo acorta el tiempo de preproducción, sino que también acelera la calibración de herramientas y la verificación de piezas.
La elección del material adecuado es otro factor impulsado por DFM que acorta el tiempo de mecanizado. Las aleaciones con excelente maquinabilidad, como el Aluminio 6061-T6 y el Latón C360, son preferidas para componentes de entrega rápida debido al menor desgaste de las herramientas y la baja resistencia al corte. En contraste, los materiales de alta resistencia como el Inconel 718 o el Ti-6Al-4V requieren una simplificación cuidadosa del diseño para minimizar cavidades profundas o radios agudos que ralentizan el mecanizado. Para aplicaciones resistentes a la corrosión, el acero inoxidable SUS304 ofrece un equilibrio entre maquinabilidad y durabilidad, evitando así ciclos de mecanizado innecesariamente duros.
La planificación DFM incorpora los acabados posteriores al proceso para evitar retrasos innecesarios. Al programar las operaciones superficiales en paralelo con el mecanizado, se reduce el tiempo total de entrega. Los componentes que requieren anodizado o electropulido pueden tener tolerancias de superficie incorporadas en el modelo CAD, reduciendo las correcciones posteriores al acabado. Si se necesita mayor durabilidad o protección contra la corrosión, los recubrimientos como recubrimientos PVD o pintura en polvo se integran en el flujo de fabricación como parte del proceso, en lugar de añadirse de forma secuencial.
Las expectativas del sector definen qué tan agresivamente puede el DFM acortar los plazos de entrega. En la fabricación automotriz, la estandarización de sujetadores y materiales permite una reutilización más rápida de las fijaciones y una programación de lotes más eficiente. El DFM en aeroespacial se centra en el control de acumulación de tolerancias y la integración de múltiples procesos para reducir los ciclos de inspección. Para las piezas de dispositivos médicos, el DFM alinea la geometría con trayectorias de mecanizado validadas para reducir los ciclos de verificación posteriores al proceso, acelerando así la producción mientras se mantiene la precisión regulatoria.